Este sencillo Pollo al vino se cocina rápido y lo puedes servir con tu pasta favorita y una ensalada.
1. En un sartén grande o en una cacerola de 3.5, calienta el aceite de oliva a fuego medio, agrega los chalotes y el ajo y cocina hasta que se cuezan. Cámbialos del sartén a otro recipiente, déjalos aparte.
2. Cubre el pollo con la harina, sal y pimienta (utiliza una bolsa Ziploc para así agitar el pollo dentro). En la misma cacerola, a fuego medio-alto, agrega una cucharada de aceite y sofríe la mitad del pollo durante 1 a 2 minutos por lado, hasta que se torne ligeramente café. Coloca el pollo en un plato y mantenlo caliente. Repite con la segunda cucharada de aceite y el pollo restante, colócalo en un plato diferente y mantenlo caliente.
3. Agrega la otra cucharada de aceite en el sartén y revuelve los champiñones. Cocina durante 5-6 minutos hasta que se cuezan. Sin fuego, agrega el marsala y cocina durante 1 minuto, descarta del sartén cualquier trozo quemado. Aparta el líquido (mantén los champiñones en el sartén) y colócalo aparte. Vuelve a añadir el pollo al sartén, coloca la mezcla de cebolla encima.
4. En un sartén diferente, coloca la salsa de marsala. Agrega la harina de maíz a 1/4 taza de agua fría y bate hasta que se suavice. Viértelo en la salsa de marsala y caliéntalo a fuego alto, remueve hasta que se haga espeso. Agrega la mantequilla derretida, remueve. Agrega la crema ácida, remueve.
5. Vierte la salsa de marsala sobre el pollo, las cebollas y los champiñones en la cacerola. Pon a hervir el pollo con marsala. Después deja que hierva a fuego lento y con tapa durante 15 minutos.
6. Mientras tanto, prepara la pasta siguiendo las instrucciones del empaque, alrededor de 11 minutos.
7. Adorna el pollo con el perejil picado. Sirve sobre la pasta cocida.
Este artículo fue adaptado del original por Sandy Coughlin.